Se nos dice a cada rato que salgamos de nuestra zona de confort, de no conformarnos con lo simple y de buscar lo extraordinario para poder superarnos cada día. Seguramente esas palabras ya quedaron grabadas en tu mente, y te repites constantemente que te sientes frustrado al no poder salir de una supuesta zona de confort.

Pero ¿qué pasaría si estuviera normalizado quedarte en tu zona de confort? ¿qué dentro de tu espacio seguro, puedas planear, moldear y crecer como persona en distintos aspectos de tu vida? Sin perder nada y sin riesgo de nada, Sería increíble, ¿no?

Si estuviera normalizado… harías cualquier cosa que te permita quedarte en tu zona de confort para que desde ahí puedas crear un sinfín de cosas que te permitan crecer en distintos aspectos de tu vida.

Si estuviera normalizado… no habría barreras ya que nunca se está cómodo ni adentro y ni afuera de tu espacio habitual. ¡Esa es la realidad!

Es momento de romper paradigmas y estereotipos de la temible y tan criticada zona de confort. Lo importante es vivir aquí y en el ahora con pasión y propósito. ¿Cuál es tu propósito en la tierra?

Da pasos pequeños y siempre un día a la vez. El que quiere todo, no logra nada. Libérate de lo que no necesitas realmente. Busca armonía entre tu vida y salud. Para encontrar tu propósito, disfruta del viaje y no solo del destino. Recuerda que, todo es posible si actúas con gran convicción.

¡Sólo así, podemos conquistar nuestra zona de confort!