Te respondo esta duda desde dos perspectivas, tengas claro o no el uso de la inteligencia artificial en tus procesos comerciales o de atención a clientes. Por un lado, hay empresas cómodas con su dominio “.com” u otra extensión tradicional, pero ante las tendencias, no quieren comprometer la integridad de su marca.

Por otro, están aquellas que han optado por comprar el dominio .ai, ya sea porque están inmersas en soluciones con inteligencia artificial o porque llegaron tarde y alguien más ya registró el .com.

Aunque originalmente .ai es el dominio territorial de Anguila (sí, una isla del Caribe), hoy se ha convertido en un activo digital estratégico. Empresas, startups y profesionales lo adoptan como símbolo de innovación y tecnología, incluso sin dedicarse directamente a la inteligencia artificial.

Entonces, ¿vale la pena registrar el .ai aunque aún no uses IA?

Sí. Y aquí te explico por qué:

Registrar el dominio .ai ofrece múltiples ventajas. La primera es la protección de marca: si no lo registras tú, alguien más podría hacerlo. Esto puede generar confusión, pérdida de tráfico o incluso obligarte a pagar más adelante para recuperarlo. También representa una estrategia digital a futuro.

Aunque no lo uses de inmediato, puede servir para desarrollar un micrositio con funciones basadas en IA —como chatbots, asistentes o herramientas inteligentes—, posicionar una línea de negocio con enfoque tecnológico o simplemente redirigir a tu sitio principal.

Además, la tendencia está creciendo: cada vez más usuarios reconocen esta extensión, lo que ayuda a fortalecer el posicionamiento digital.

¿Es una moda o una inversión?

Claramente, es una inversión de marca. No necesitas adquirir todas las extensiones que existen (.app, .live, digital…), pero sí aquellas que podrían impactar tu estrategia o identidad digital. Y .ai ya se ha convertido en una de las más relevantes.

Hoy en día, casi todas las industrias están explorando o adoptando herramientas basadas en inteligencia artificial. Si tu empresa aún no lo hace, probablemente lo hará pronto. En ese contexto, no asegurar tu dominio .ai es un riesgo que se puede evitar con una inversión mínima.

¿Cómo aprovecharlo sin complicarte?

Resérvalo para futuras iniciativas con IA. Protégete de registros maliciosos o de la competencia. Utilízalo en campañas o productos con enfoque tecnológico. Y si lo deseas, simplemente redirígelo a tu sitio principal desde el inicio.

La otra cara de la moneda: esta semana iniciamos un gran proyecto con un cliente que no logró registrar su dominio “.com” a tiempo. Otra empresa con un nombre similar lo había adquirido años atrás.

En este caso, invertir en el dominio .ai representa una gran oportunidad, sobre todo porque el proyecto está alineado con el uso de inteligencia artificial: una plataforma enfocada en salud y bienestar que utilizará análisis de datos y un equipo de especialistas para ofrecer recomendaciones inteligentes.

Ya sea para proteger tu marca o para impulsar proyectos con IA, registrar el .ai es una decisión estratégica. Considera adquirirlo al menos por un año; es una inversión accesible que te permitirá evaluar con calma tu camino digital antes de que alguien más lo tome.